lunes, 13 de junio de 2011

Recorriendo los primitivos caminos de la pasarela.

Hola blogueras-os:
Cada año el fascinante mundo de la moda y la alta costura, nos deslumbra con diseños sin igual. Imaginativos, provocadores, futuristas y de corte social, porque no decirlo, ya que algún diseñador que otro se ha atrevido a expresar a través del genio creativo, su descontento por alguna cuestión en especial.
Aunque el mundo de la alta costura, ha estado desde hace algunos años cuestionado por el uso de modelos extremadamente delgadas o falta de masa muscular. Problemática que algunos países como España, han resuelto de manera eficaz. En sus comienzos, no fue la mujer la base de exposición de diseños y complementos.
Antes de la introducción del genero modelo, los sastre, a comienzos del siglo XIX, encontraron una manera de que la sociedad se acercara más a ellos, que ellos a la sociedad. Ideando una estrategia, la cual consistía en que sus clientes, observaran a través de muñecas con  características faciales similares a sus consumidoras, como quedaban las prendas encargadas. Evitando así, los molestos  y trabajosos cambios de vestimenta.
Las inanimadas modelos confeccionadas en porcelana, característica común en la época por la tonalidad de piel de la sociedad reinante, hacia  mucho mas simple el trabajo de confeccion, ya que a través de dichas muñecas, el sastre podía corregir o variar según criterio de sus clientas.
Naciendo  de esta manera un nuevo y visionario mundo, para aquellos que se dedicaban a la confeccion de prendas de vestir, puesto que podían jugar con la creatividad sin variar las costumbres absolutistas de sus adineradas clientas. Comenzando a surgir de entre puntadas y retales, lo que se convertiría años después en todo un movimiento que cambiarían la visión social, los diseñadores.
El padre de esta nueva manera de confeccionar fue Charles Frederick Worth, el cual concibió la realización del vestuario de una manera distinta, creando así, toda una revolución en la industria de la costura.
El genial diseñador introdujo las primeras modelos, las cuales sustituyeron a las famosas muñecas de porcelana. A la vez que solo el podía tener criterio sobre la confeccion y diseño de sus prendas, decisión que variaría el rumbo de la costura. Ya que con él llegaron, los vestidos salidos de la imaginacion del que confeccionaba, alejándose de prejuicios, coqueteando de manera tímida con lo irreverente y distinto.

Implantando una nueva variante a la hora de vestir, ya que solo se podía comprar de temporada en temporada.
El camino estaba trillado para nuevas y futuras generaciones de modistos. En la cual destacaría uno de los discípulos mas aventajado de este genial diseñador, el señor Poiret, el cual introdujo variadas y distintas innovaciones.
Comentan que tanto innovó, que al final termino aburriéndose. Cosa común en aquellos que nacen con un marcado don.
El gran Poiret introdujo modelos de menor edad, cambiando el concepto de Worth, el cual prefería mujeres de mayor edad. También decidió utilizar el componente  naturaleza como aderezo de sus exposiciones, variante que hasta ese entonces no era utilizable, ya que su mentor prefería el show room. Otra de sus geniales ideas, fue utilizar al mundo del espectáculo como reclamo para sus desfiles y fiestas, siendo quizás el pionero de lo que hoy llamaríamos photo hall. En el cual las celebrities van como invitadas, cuando en realidad son contratadas para representar la farsa de que admiran y gustan de un producto.
La moda y sobre todo la alta costura, encontraría en este genial promotor y diseñador, su pedacito de paraíso. Ya que convertiría el mundo de las pasarelas, en eventos donde las personas a parte de admirar el genio creativo, también podían interactuar con sus semejantes. Al igual, que comparar poder adquisitivo, naciendo así los coleccionistas y entendidos, y generando una creciente necesidad de consumir estos tipos de eventos.
La prensa gráfica, se hacia eco de cada evento donde se exponía los trajes de alta costura, rezan datos de 1885 de cuatros chicas desfilando en un libro ilustrado llamado Art et la mode. Naciendo un año después, el primer desfile internacional, y los primeros con horarios fijos.
Convirtiéndose el  mundo de la pasarela, en algo realmente sobrio y de gran interés social, originando un mayor desarrollo de modelos. Mercado emergente, en el cual la preparación a la hora de lucir un vestido, se convertiría en doctrina y pedagogía, naciendo de la mano de John Robert Power, la primer escuela de modelos tanto masculino como femeninos. Ya que en 1914, el hombre empezó a formar parte del universo de la alta costura.
Tanta demanda, provoco que las autoridades competentes regularan los desfiles. Ejemplo de ello, es el decreto del seis de abril, del journal officel, en el cual se declara que los diseñadores deberían presentar habitualmente en parís, como mínimo dos veces al año, diseños originales y colecciones que alcanzarían un límite superior a las setenta y cinco modelos.
Colecciones que en 1964, sorprendieron al mundo con la inclusión de la primera modelo negra, muestra de que la alta costura no entiende de razas, sino de imaginacion creativa. Dando ejemplo de solidaridad racial, y haciendo un guiño a lo irrelevante. Ya que en aquel entonces, todavía existían países donde la segregación racial era un realidad permanente.
Aunque muchos son los puntos donde la moda entra en circulo nada glamuroso, como la creciente necesidad de hacer uso de modelos que en nada reflejan a la mujer actual. Distrayendo con esta actitud, a chicas que buscan parecerse a sus ídolos de pasarelas, cayendo en la anorexia o bulimia, desdibujando así los comienzos de la misma. Donde la creatividad era el único objetivo, dejando a un lado la silueta y el peso, las anchuras y los talles, ya que toda mujer es perfecta cuando va con el vestido correcto.
Un abrazo.
La aguja dorada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario