lunes, 30 de mayo de 2011

Donde descansa el cuerpo, cuando el alma cae en los brazos de morfeo.

Hola blogueras-os:
Hoy en día gozamos de una civilización repleta de adelantos y comodidades. Solo hay que imaginar lo que necesitamos y comprarlo, ya que la humanidad, ha llevado el desarrollo tecnológico a limites insospechados. Tenemos una vida simple, donde la imaginación a la hora de encontrar nuestro propio confort personal, queda en un relegado segundo plano. Pero no siempre el hombre gozo de tantas maravillas tecnologicas.
Uno de los artilugios que tuvo el hombre que ir perfeccionando en el largo discurrir de la historia, fue la superficie donde descansaba. Buscar la comodidad a la hora de encontrar el sueño, ha sido todo un reto para el ser humano. Reto que a día de hoy esta totalmente superado.
Para comenzar nuestro relato por el mágico mundo de las camas y su evolucion, nos situaremos en un punto de nuestra historia evolutiva. Ya que desde la propia composición humana, el hombre a tenido que descansar sobre distintas superficies. Los historiadores, han recopilado datos arqueologicos de la época neolítica. Donde se tiene constancia, de que el hombre envolvía sobre pieles un lecho de hierbas y hojas secas, elaborando así camas colectivas, donde dormían mas de un miembro. Alcanzando con ello, un calor constante y una protección sobre los depredadores nocturnos.
La sociedad egipcia, desarrollo un concepto elevado sobre el descanso y sus propiedades. Sus faraones dormían en camas elevadas, refugiándose así de las corrientes de aire. Las camas estaban elaboradas de madera, no así las del resto de miembros de la sociedad, los cuales dormían en el suelo. El cual cubrían de hojas de palma utilizando un escalón a modo de almohada.
Ilógica sin razón, de un imperio donde se alcanzo un gran avance, convirtiéndolo en un símbolo de su época. Avance que no se llevo a escala social, y que quizás determinara su exterminio o desaparición. Ya que solo era el faraón y su familia, quienes gozaban de tan magnifica tecnología.
Los romanos si tenían una cultura mas social respecto al confort de las cama, para ellos no solo era símbolo de descanso, también de reunión social o política. Cuentan que Julio Cesar solía tomar decisiones, reclinado en su colchón.
Colchones que solían estar rellenos de caña, heno, lana o plumas, los cuales se ponían sobre un armazón de oro, plata o bronce según el status social de su propietario.
Razón por la cual, ya en el la época románica, nacería el colchón de agua tibia para dar mejor confort y descanso, a aquellos acomodados ciudadanos del glorioso imperio.
La filosofía griega, nunca se planteo el descanso como alternativa de su buscada perfección humana. Solían dormir en camas de maderas, piedras o mármol, las cuales cubrían de telas para aliviar así tan incomodo sitio y buscar un poco de calor en tan frío lugar de descanso.
La vida errante en la edad media era algo común, puesto que existían personajes que se desplazaban como los ya conocidos juglares. Seres que no gozaban del confor románico, a la hora de dormir y tenían que recurrir a formas primitivas de descanso. Convirtiéndose la costumbre de dormir, en acto común  aceptado por los ciudadanos de la época. Cualquier espacio plano, era ideal para conciliar el sueño, nacería así la palabra cabecera. La cual  significaba, el lugar donde las personas encontraban el sueño, palabra que con el tiempo a perdido su significado original.
También en esta época de la historia, nacería una de las frases mas utilizadas y distorsionadas por la humanidad: Hacerse la cama. Que en aquel entonces, tenia como único y común significado, el que los errantes del medievo, debían dormir donde los cogia la noche, sin mas confort que la paja.
El renacimiento aporto el lujo necesario con suntuosos terciopelos, brocados y sedas. Aparte de la higiene en el colchón, el cual era elaborado de pluma y paja. Convirtiendo el descanso, en algo mucho mas placentero, ya que hasta ese momento, los rellenos de origen orgánico se convertía en el hábitat de insectos y ratas.
Los colchoneros de la época renacentistas, aportaron como solución el hilbanar los bordes y añadir botones, impidiendo así que se desplazara el relleno. Pero no logrando aislar el colchón de malos olores, generado por la humedad
Llegando en el siglo XVI la solución a tan antiguo problema, de la mano del tapicero Guillaume Dujardin, quien elaboro el primer colchón de aire. Gracias a la idea, de utilizar una lona encerada equipada con válvulas de aire.
Un siglo después, nacerían los colchones de muelle. Los cuales perforaban con el tiempo el colchón, generando graves problemas de espalda. Llegando a mediados de 1850,  los muelles cónicos, corrigiendo de manera eficaz el error de sus antecesores. Muelles y colchones que todavía son utilizados y apreciados por muchos.
En la actualidad el problema de la higiene, esta mas que solucionado, al igual que el del confort. Ya que gozamos de colchones realmente exquisitos, que nos brindan una relajación sin igual, convirtiendo el sueño en verdadero descanso. Un ejemplo de ello, son los colchones de vicoelastico, elaborados en un principio, para ser utilizados por la nasa con el objetivo de aliviar la presión del cuerpo.
Descanso que según los expertos en esta materia, el ser humano actual no goza. Quizás por el estres social o laboral, o simplemente por que hemos dejado de sentir satisfacción por las cosas simples y naturales. Convirtiendo las horas de sueño en descanso obligado, y no en un descanso placentero, donde el cuerpo y la mente se regenera.
Un abrazo.
La aguja dorada.

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