viernes, 15 de abril de 2011

El mistico arte de la energia divina.

Hola blogueras-os:
Nuestros pueblos se han basado en el desarrollo constante y evolutivo de sus civilizaciones. El deseo, la inquietud y la grandeza, cosecho en ellos logros importantes, al igual que  despertó,  las ansias de civilización.
A medida que el hombre evolucionaba, también evolucionaba con él el místico deseo espiritual. La esperanza de ser inmune a enfermedades cuyas curas no eran conocidas, o a fenómenos que hoy, se pueden observar como regalos de la naturaleza, pero que en aquel entonces eran tomados como algo inmensamente inquietante. Desarrollando  en el ser humano, un instinto de conservación más allá de las plantas y raíces conocidas. Nacería entonces la fe y los amuletos, como consecuencia de religiones y ritos.
En la Mesopotamia  asiática, existió una de las civilizaciones mas estudiadas de la historia, y que nos ha dado la clave para entender el comportamiento de civilizaciones casi extintas o extinguidas. El pueblo sumerio, tan destacado en su tiempo por ser el primero que utilizo un sistema de escritura, además de otros tantos hallazgos sorprendes de su civilizacion, utilizaba las pulseras. En las cuales, figuraba la escritura cuneiforme  a modo de oración protectora contra males divinos. Forma de protección que compartian con asirios y caldeos.
Se han encontrado reliquias pertenecientes a este pueblo, que datan de tres siglos antes de cristo, en tumbas reales.
Los faraones del antiguo y glorioso Egipto, utilizaban para sus practicas religiosas pulseras, a las cuales se les  atribuían mágicos poderes, adquiriendo el carácter de amuleto, con los cuales se podía conseguir tanto prosperidad como protección ante lo invisible,o enfermedades entre otras cosas. Tanto en la vida terrenal como en el mundo divino.
Sus contemporáneos griegos, dieronle otro uso a las pulseras. Las cuales eran llevadas principalmente por hombres, su confeccion era de cuero,oro, plata y se podían observar algunas con piedras preciosas. Su uso era típico y común en la sociedad, al igual que sus diseños. Fue en dicha sociedad griega, donde nacería el brazalete, que se usaba como protección del antebrazo por sus soldados.
El encanto de este artilugio en las sociedades pasadas crecía, a medida que también crecía el gusto por lo divino y a la vez exótico, convirtiéndose las pulseras en joyas sociales. Los romanos fueron grandes diseñadores de brazaletes y pulseras, los cuales decoraban con ricas piedras preciosas y vidrios.
Virtud que heredaron los franceses, los cuales crearon alrededor de este articulo, ya mas de lujo que de ceremonia, una industria cada vez mas fructifera, por su consumo y muchas veces por imposicion.
Gustaban de vestir de oro y diamante sus pulseras, las cuales dieron un pequeño cambio alternativo en la época victoriana. Donde además se impusieron los conjuntos combinados entre pendientes, pulseras y dijes e incluso los ornamentos para el pelo.
Quedando en leyenda su carácter divino, las pulseras y brazaletes, comenzaban a tener su propia subcultura. Como el art nouveau, el  cual se caracterizaba por la abundancia, figurabilidad y motivos naturales. Los animales eran parte obligada en sus diseños, que se entrelazaban en las pulseras. Desde mariposas, serpientes, cisnes, etc.
Todo un mundo de creatividad, nacería alrededor del diseño y confeccion de estos artículos. Ya en el siglo XX,  la moda femenina rescataría para si, este articulo con gran esplendor, ya que las tendencias en la moda del vestir, daba puerta abierta con la implantación de las mangas cortas y vestidos desmangados, al uso de brazaletes y pulseras.
Generando toda una revolución en el concepto de las mismas, sin olvidar su poder divino por el cual nacerían un día. Las pulseras siguen siendo para muchos pueblos no occidentales, un elemento de resguardo natural contra lo que no se domina, ni se conoce. Convirtiéndose también estos resguardos naturales, en fuente de creciente demanda comercial. Y es que la pregunta muchas veces es obligada, ¿Nacio lo divino para protegernos, o simplemente para enriquecer a aquel que con voz y convicción, dice que nos protege?.
Un abrazo.
La aguja dorada.

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