domingo, 24 de abril de 2011

No solo somos lo que comemos.

Hola blogueras-os:
En esta aventura de escribir en un blog, he caminado por varias sendas en buscas de historias interesantes e incluso he compartido con vosotras-os, alguna que otra anécdota personal. Me he ido adentrado, con total respeto y disciplina, en la subcultura urbana e incluso he descubierto como cualquier principiante en el arte de narrar historias, lo maravilloso que es observar desde la distancia los primitivos comienzos de la moda, sus trabas sociales e incluso la imposición y el dominio eclesiástico en alguna época ya pasada, que ojala no vuelva a repetirse.
Porque el arte de diseñar debe ser libre, espontáneo, y sobre todo experimental. Lograr que todo lo que nos rodea sea un componente de nuestro vestir, siempre y cuando no dañemos ni la flora ni la fauna, y sobre todo nuestra salud.
Los diseñadores sueñan con llegar a lograr el despertar de nuevas tendencias, describir tras cada puntada sus inquietudes y protestas, siendo muchas veces motivo de alta admiración o de irremediables ríos de tinta en busca de la sátira burla.
Y es que, cada vez el diseño y la confección en la moda, transgrede barreras impensables. El arte de confeccionar vestidos utilizando como materia prima la comida, se esta convirtiendo en un movimiento espontáneo en el escaparate social.
Un ejemplo de ello es la diseñadora Sung Yeonju, la cual ha sido pionera en esta forma de confeccionar, utilizando alimentos frescos en sus diseños, despertando una amplia expectación a través de los mismos.
No siendo la única, que se dedica a traspasar la barrera de lo formal, convirtiendo la seda o el lino en algo comestible. También Ami Goodheart, encabezo en enero de 2009, una exposición junto a 15 creativos de la moda, crearon todo un mundo de colores y sabores que se podían vestir, tardando una media de seis horas en cocinar, crear y montar sobre modelos reales. Las cuales permanecían de pie, ya que las piezas se colocan de forma individual, merito sin igual en la paciencia tanto de modelos como de diseñadores.
El mágico mundo de la zapatería, también ha sido invadido de manera  creativa por estos amantes de la comida en el  vestir. La grandiosa repostera Frances Cooley, de origen ingles, ha creado una deliciosa colección de zapatos. Los cuales fueron expuestos en el salón Du Chocolat, evento que se lleva a cabo todos los años en las ciudades mas importantes del mundo. Ciudades y exposiciones, que le han otorgado a esta grandiosa mujer, el titulo de ser la diseñadora de los zapatos mas dulces del mundo. Ya que aparte de ser hermosos como bien se observan, también son deliciosos.
Y es que es impresionante observar, como la tecnología nos ofrece la oportunidad de llevar la imaginación a limites reales inimaginables. Ya que podemos crear y volver a crear, siempre y cuando la musa de la imaginacion no nos abandone.
Zapatos, vestido, y hasta el si quiero, no se escapa de la innovación y la alianza entre diseño y comida. El chef Juan Manuel Barrientos, colombiano de nacimiento, ha traslado esta tendencia a América Latina. Dándole un toque diferente a la forma de vestir a las novias, convirtiendo sus vestidos, en algo mas que bonitos, también son comestibles. Al igual que sus anillos, pendientes y collares, los cuales suele hacer de caramelo.
El cuerpo de la novia se convierte en un fastuoso menú, su strapless se confecciona de velo de champang con agar. La falda, de pétalos de rosa cristalizadas en azúcar, y las flores del ramo son de pastillaje.
Menú con el que consigue este extraordinario chef, que el día de la boda no sea solo inolvidable, sino que también sea incomparable.
Logrando junto con otros magos de la comida y el diseño, llamar la atención de grandes pasarelas, ya que la controvertida Lady Gaga entre otros, ha sucumbido a la moda de vestir lo que muchos otros comen. Generando una asombrosa atención sobre el trabajo de estos maestros de la imaginacion.
Y es que, aunque todavía se quede en exposición lo bello y creativo que es diseñar sobre comida, algún día  la ciencia y el diseño, harán posible que de manera comercial se logre realizar toda una linea de productos. Y lo que hoy es exclusividad de pocos, sea también realidad de mucho. Porque en un futuro cercano, dejaremos de ser lo que comemos para también ser lo que vestimos.
Un abrazo.
La aguja dorada


No hay comentarios:

Publicar un comentario