miércoles, 13 de abril de 2011

El tiempo, esclavo de las horas.

Hola blogueras-os:
Cuentan que en Alemania, existe un pájaro de plumaje gris ceniza que habita en la selva negra. Lugar de bosques de abetos y hayas de intenso color, a veces sombrío, de ahí su nombre. También cuentan que este pájaro de plumaje gris, en ocasiones invisible tras la sombra del bosque, emite un graznido que llega a tener su mayor intensidad en primavera, cuando se encuentra en celo.
Su llamada al apareamiento, puede llegar hacer molesto por su falta de melodía. Pero fue su trinar intenso, el que despertó la imaginación de un grupo de rufugiados relojeros, los cuales convirtieron su cu-cu, en la melodía mas escuchada en el mundo. Gracias al peculiar trinar de aquel pájaro, nació uno de los relojes mas conocidos por el hombre.
Y es que desde los comienzos de nuestra mas antigua historia, el hombre ha estado muy interesado en conocer y controlar su tiempo, ya que les servía como guia para la caza, las cosechas o simplemente para recordar las estaciones del año.
El primer intento de conquista del tiempo, se baso en guiarse por el sol . Para ello se utilizaban palos, columnas u obeliscos, los cuales los griegos llamaban gnomon. Su funcionamiento es simple a los ojos de la modernidad, se trataba de incidir los rayos solares sobre dichos elementos, proyectando una sombra la cual variaba su longitud. Este método de medición del tiempo fue común en la civilización Inca, China y Egipcia.
El descubrimiento del cristal, aporto al mundo de la medición del tiempo un elemento mas exacto. Ya que uniendo dos botellas perfectamente iguales, el hombre podía medir el tiempo con mayor precisión, puesto que no tendría el inconveniente de la climatología. El agua fue el primer elemento que se utilizo en dichos artilugios, perfeccionándose tiempo después encontrando en la arena un elemento mucho mas preciso.
La civilizacion china, conoció en 1886 de mano de  Su-Shung, el reloj astronómico. El cual funcionaba con un mecanismo de depósitos de agua, que al vaciarse accionaban las ruedas del mismo.
El inventor Pacifico, desarrollo el reloj de pesas en el siglo VII, los cuales se hicieron visible en la década de 1300 en las iglesias de Europa, conservándose aún el más antiguo, en la catedral de Salisbury. El hombre ya controlaba el tiempo, pero seguía dependiendo de un artilugio rudimentario, el cual pasarían varios siglos antes de verse transformado.
La invención del muelle, cambio el concepto de su fabricación en el siglo XV, ya que sustituyo a las pesas y redujo su tamaño. Naciendo el reloj de sobremesa, cuya energía se activaba tensando el muelle con una llave. Desencadenando una confrontación un siglo después entre intelectuales e iglesia.
El genial Galileo, descubrió para la ciencias y la historia la teoría de la oscilación. Teoría que fue llevada al mundo de la mecánica del tiempo por Huggens, en 1657, asombrando a sus contemporáneos con las oscilaciones rítmicas pendulares, y convirtiendo el mecanismo del reloj en algo mas preciso y fiable.

El tiempo corre despacio cuando estamos a punto de ver la muerte de cerca, expreso un día un general napoleónico. Y fue quizás las horas de ocio, las que motivaron al joven soldado Jhon Hardwood, a crear un mecanismo automático. El cual llamaría años después reloj de pulsar, patentándolo en suiza en 1923.
Los años 40, convirtieron los relojes de pulsera en una verdadera revolución estética, ya que eran mas ligeros y constaban de distintas aplicaciones como el cronógrafo ,calendarios  y despertadores.
Los relojes hoy en día, son de distintas maneras y formas, además de llevar algunos lujosas pedrería. Iniciativa que un día plantearía el famoso señor Piaget, creando así una industria no solo destinada a marcar el tiempo, sino a vestirlo de gala.
Artilugio pensado en su día para ayudar al hombre a controlar a la naturaleza y sus ciclos, sin darse cuenta, que con el paso de los años, se convertiría en el látigo feroz y amo controlador, que nos acecha a cada hora. Porque realmente, no hay tiempo para tener tiempo.
Un abrazo.
La aguja dorada.

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